Revístanse, pues, del hombre nuevo
«Se les pidió despojarse del hombre viejo al que sus pasiones van destruyendo, pues así fue su conducta anterior y renovarse por el espíritu desde dentro. Revístanse, pues, del hombre nuevo, el hombre según Dios que él crea en la verdadera justicia y santidad.» Efesios 4, 22-24
Cuando Dios llena ese vacío en nuestro corazón con su palabra y su misericordia, nos damos cuenta de que victimizarnos, lamentarnos o culparnos constantemente no nos llevará al cambio que anhelamos. El primer paso es reconocer nuestra realidad, despojarnos de las máscaras que ocultan nuestra verdadera esencia. Luego, necesitamos perdonarnos a nosotros mismos, abrir nuestro corazón y comprometernos a marcar un antes y un después en nuestra vida. Esto implica renunciar a lo que nos alejaba de Dios despojándonos del hombre viejo y acercarnos a Él con un nuevo propósito que da sentido y plenitud a nuestra existencia, para finalmente revestirnos del hombre nuevo.
Letra
Tanto peso no me deja continuar
Se, que donde vengo
Me dijeron que quizás podía cambiar
Conseguir mi libertad
Si al orar, yo me entrego
Entrega total y amor eterno
Cámbiame hoy, transforma señor
Lo que hay, en mi corazón
De viejo a nuevo
Construyeron cicatrices al andar
Hoy, me comprometo
A entregarme por completo ante tu altar
Conseguir mi libertad
Si al orar, yo me entrego
Entrega total y amor eterno
Cámbiame hoy, transforma señor
Lo que hay, en mi corazón
De viejo a nuevo
De vie… de viejo a nuevo
De vie… de viejo a nuevo hoy
Transfórmame señor
De vie… de viejo a nuevo
De vie… de viejo a nuevo
De vie… de viejo a nuevo hoy
Transfórmame señor
Entrega total y amor eterno
Cámbiame hoy, transforma señor
Lo que hay, en mi corazón
De viejo a nuevo
De viejo a nuevo
De viejo a nuevo